Dr. Hugo Cámara Combaluzier
Gastroenterólogo y Nutriólogo Pediatra
La mayoría de niños que
repetidamente se quejan de dolor de estómago durante dos meses o más, podrían
tener dolor abdominal funcional. El término “funcional” se refiere al hecho que
no hay alteración, inflamación o infección que cause la molestia. No obstante,
el dolor es muy real y es debido a una sensibilidad extra de los órganos
digestivos, a veces combinada con cambios en los patrones de movimientos
gastrointestinales.
El intestino de su niño tiene un
sistema complicado de nervios y músculos que ayuda a mover los alimentos hacia
delante y lleva a cabo la digestión. En algunos niños, los nervios se tornan
muy sensibles y el dolor es experimentado incluso durante las funciones
intestinales normales. El dolor puede hacer que su niño llore, se le ponga la
cara pálida o roja y presente sudoración. Esta sensibilidad del tracto
digestivo puede activarse por una variedad de cosas, tales como una infección
viral o bacteriana, estrés o un episodio de estreñimiento.
Debido al dolor, a menudo los niños
detienen sus actividades usuales en la escuela y en la casa. Afortunadamente, a
pesar de los episodios recurrentes de dolor, continúan el crecimiento normal y un
buen estado general de salud.
Aproximadamente 10 - 15% de niños
en edad escolar reportarán episodios de dolor recurrente.
Una historia detallada de cómo
empezó el dolor, cómo progresó, su ubicación y otros factores asociados pueden
a menudo sugerir un diagnóstico de dolor funcional. Hay una variedad de
acciones específicas para manejar los episodios de dolor.
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