Cualquier objeto infrecuente en el aparto digestivo, podría ser considerado un cuerpo extraño, sin embargo, consideramos cuerpos extraños a aquellos que poseen potencial lesivo o son inusuales en esta localización.
El niño, impulsado por su curiosidad y afán de conocer objetos, se los lleva a la boca y en cualquier descuido puede ingerirlos. Esto ocurre con mayor frecuencia en niños menores de 5 años de edad. Es común observar en la consulta pediátrica la ingesta de monedas, alfileres, partes de juguetes y canicas. No obstante, la ingestión de pilas de disco o botón son un problema serio, siendo una de las principales causas de indicación de endoscopia urgente en pediatría. Por su importancia y frecuencia puede considerarse un problema de salud pública.
Las pilas de botón se encuentran en gran cantidad de elementos de uso habitual como relojes y cámaras fotográficas, pero principalmente en muchos juguetes. Su alta peligrosidad se debe a que contienen mercurio, zinc, óxido de plata, litio y a veces hidróxido sódico o potásico. Si la pila se abre dentro del esófago, puede liberarse material tóxico y muy corrosivo que ocasiona necrosis y perforación de la mucosa del tubo digestivo, además de producir lesiones por quemaduras eléctricas.
*La ingesta de pilas de botón es cada vez más frecuente, su extracción en el esófago debe ser urgente para evitar complicaciones graves.
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